Si eres un fijo de este blog, sabrás que la última entrada la dediqué a hablaros del polo. Como os dije, el polo es una prenda muy versátil y combina perfectamente un estilo deportivo con otro más elegante. Además, si este es de un color liso, entonces estamos hablando de todo un ‘básico’.
Pero, ¿qué es un básico? Un básico es una prenda que por sus características combina, casi a la perfección, con cualquier otra prenda y en cualquier situación. Una prenda comodín. Un salvavidas para esos viajes con equipaje de mano. Tu mejor amigo a primera hora de la mañana cuando no sabes que ponerte. Una de esas prendas que todos debemos tener en nuestro armario.
Los básicos se caracterizan por ser prendas versátiles y atemporales. Un básico no pasa de moda, y para conseguirlo este debe ser lo más sencillo posible. Este tipo de prendas suelen ser lisas, sin estampados ni detalles llamativos, y en colores comunes como el blanco, el negro, el azul o los tonos tierra. Además, estas prendas tienen una ventaja en el precio en comparación con otras, ya que al ser muy sencillas su precio suele ser inferior (a pesar de resultar ser muy valiosas).
Por su carácter atemporal, y por el inevitable paso del tiempo, es muy recomendable elegir las prendas básicas es una talla ni muy ancha ni muy estrecha. Por una parte, nuestro cuerpo evoluciona con los años, y lo que nos queda bien hoy quizá no lo haga dentro de un tiempo. Por otro lado, las tendencias cambian y pasamos del estilo slim al oversize en cuestión de meses. Con un corte neutral estaremos mucho más preparados para lo que pueda pasar.
Sabiendo ya lo que es una prenda básica, el siguiente punto es mencionar esas prendas que sí o sí debes tener en tu armario. Prendas sencillas que el tiempo a demostrado que no pasan de moda. Prendas con una versatilidad aplastante. Entre algunas otras, yo destacaría las siguientes:
POLO. Como ya os he comentado, el polo es a la vez elegante y deportivo. Todo depende de con que prendas lo combinemos. Ademas nunca pasa de moda y es perfecto para casi cualquier ocasión. Podrás aprender mucho más sobre el polo en este otro post.
CAMISA BLANCA. Si te plantases tener únicamente una camisa en tu armario, esta debería ser una camisa blanca. Combina perfectamente con vaqueros, chinos o pantalones de vestir en cualquier color. Ideal para el día y la noche. Perfecta para invierno y verano. Incluso te la puedes poner con traje! Además, la combinación de vaqueros y camisa blanca es una de las opciones preferidas por ellas…
CAMISA DE CUADROS. Aquí hay mucha libertad. Prácticamente puedes elegir el tipo de cuadro o color que quieras. Lo importante es que te veas bien con ella. La camisa de cuadros no deja de ser una camisa aunque con un estilo muy informal, lo que te permitirá usarla en multitud de ocasiones. Es perfecta con calzado más ‘de montaña’ o con deportivas. Una camisa de cuadros aportara un estilo muy juvenil a tu look de ciudad, y muy rural si estas lejos de esta.
CAMISETAS DE COLORES. Las camisetas parecen hechas para llevar imágenes, mensajes o estampados. Si eliminamos esta parte, nos queda una prenda fácil de combinar. Los colores más interesantes son el blanco, el negro y el azul. Lo ideal es tener al menos una de cada y probar diferentes opciones tanto con vaqueros o con chinos.
Estas son solo algunas opciones, pero hay muchas más. En el próximo post continuare enumerando las que para mi completan las 10 que no deberían faltar en tu armario.
No deberías perdértelo!
A pesar de su versatilidad, el polo no casa demasiado bien con pantalones demasiado desgastados o con rotos. Este tipo de pantalones mejor dejarlos para los adolescentes. Recuerda que el polo es una prenda con cierto carácter deportivo, pero con un una esencia clásica y formal. Los experimentos, con gaseosa.
Para llevarlo correctamente, procura que no quede ni demasiado estrecho ni demasiado ancho. Si el polo tiene un corte estrecho, los pantalones deben ir en consonancia. El largo debe sobrepasar la cintura del pantalón pero sin llegar a tapar el culo. En cuanto al cuello, mi recomendación es llevar siempre un botón abrochado, dejando el abrochado completo para aquellos que se atrevan con un toque mas hipster.
También tiene muchos efectos de tipo psicológico. El ejercicio mejora notablemente nuestra autoestima. Esto se debe a los cambios que seguro empezara a sufrir nuestro cuerpo como consecuencia del ejercicio. Nos veremos mejor y eso nos hará sentirnos bien. También es una terapia imprescindible a la hora de reducir el estrés y liberar tensiones. Esto se debe al esfuerzo requerido y a las sustancias que se liberan cuando realizamos alguna actividad física. Por todo esto, no cabe otra consecuencia que una mejora considerable de nuestro estado de humor.
Si eres de los que usan productos de fijación para el pelo también deberás asegurarte de que eliminas por completo estos. El motivo es que este tipo de productos para el pelo reaccionan al mezclarse con cloro o agua salada, convirtiéndose en muy dañinos para nuestro pelo.
Para empezar, las zapatillas que merecen la pena llevar las podemos clasificar en tres tipos: futuristas, retro y coloridas (es una clasificación totalmente propia). Las fronteras entre unas y otras son difusas pero trataré de generalizar.
La otra mitad de la playa es el agua. Y no un agua cualquiera. El agua del mar no es como la que sale por el grifo de tu casa. Rica en sales minerales, favorece la circulación sanguínea y aumenta la irrigación, lo que ayuda en la tonificación de nuestros músculos y piel. La baja temperatura del mar tiene un efecto antiinflamatorio en nuestro organismo consiguiendo así una sensación de bienestar general. Con un buen baño después de haber tomado el sol conseguiremos el efecto contraste calor-frío que tan importante es en la prevención de varices o celulitis.
Con la pasta como base, es hora de añadir los ingredientes. Estos no deben ser más que tres o cuatro, ya que sino convertiremos nuestra ensalada en una mezcla de sabores difícil de comer. Este tipo de ensaladas admiten casi cualquier cosa, aunque hay que tener un poco de tacto a la hora de combinar los ingredientes. Estos pueden ir desde pescado en conserva o a la plancha, carnes cocinadas, embutidos, ahumados, huevo cocido, verduras crudas o cocinadas, quesos… Posibilidades casi infinitas.
Ya conoces algunas ventajas pero quizá una de las más importantes sea la gran cantidad de estrés que podemos liberar con este tipo de entrenamiento. Entrenar en espacios abiertos, especialmente en entornos naturales, hace que nuestra mente se despeje mucho más que si lo hiciésemos entre cuatro paredes. Imagínate pedaleando por un tranquilo camino después de una intensa y dura jornada laboral. A esto me refiero con ‘liberar tu mente’.