Socialmente está cada día más aceptado que ‘el ejercicio es salud’. En mi opinión, el ejercicio es mucho más y me atrevería a decir que es incluso cultura. La práctica regular de algún tipo de ejercicio o actividad física es altamente recomendable. Por fortuna, este mensaje empieza a calar fuerte en las cabezas de padres, profesores, profesionales de la sanidad e incluso directivos de grandes empresas.
Pero, lamentablemente, el ejercicio suele asociarse al único objetivo de perder peso. Es indudable que el camino más corto hacia una bajada de peso es la suma de una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio. La descompensación favorable entre calorías ingeridas y calorías consumidas nos llevará sin duda hacia nuestro objetivo. Pero hay mucho más. La práctica regular de ejercicio conlleva importantes mejoras en nuestro organismo y en nuestro día a día. Veamos cuales.
Para comenzar, esta estrechamente relacionado el consumo de alimentos sanos y equilibrados con personas que realizan ejercicio o practican algún deporte. No es causa, sino consecuencia. Psicológicamente, el ejercicio nos predispone hacia hábitos más saludables de forma inconsciente.
También tiene muchos efectos de tipo psicológico. El ejercicio mejora notablemente nuestra autoestima. Esto se debe a los cambios que seguro empezara a sufrir nuestro cuerpo como consecuencia del ejercicio. Nos veremos mejor y eso nos hará sentirnos bien. También es una terapia imprescindible a la hora de reducir el estrés y liberar tensiones. Esto se debe al esfuerzo requerido y a las sustancias que se liberan cuando realizamos alguna actividad física. Por todo esto, no cabe otra consecuencia que una mejora considerable de nuestro estado de humor.
Por supuesto, muchos de los grandes beneficios de la práctica deportiva se ven en nuestro cuerpo (se aprecian con los ojos). Nuestra musculatura, como comentaba antes, se verá afectada aumentado el volumen y la fuerza de nuestros músculos. Esto nos hará, además de vernos mejor, sentirnos más capaces y llegar al final del día con mucha más energía.
También en el plano físico, aunque con carácter más general, el ejercicio mejora notablemente nuestro estado de salud a todos los niveles. Os invito a quedarse hoy con la idea general, ya que son tantos que merecen ser desarrollados en otro post. Pero confiar en mí, son muchos y muy importantes.
Por último, si eres de los que les cuesta conciliar el sueño estás de suerte. El ejercicio y el deporte nos harán llegar a la cama más relajados y con más necesidad de descanso. Nuestro cuerpo interpreta esas señales propiciando el sueño y mejorando la calidad de este. Lo que normalmente se conoce como ‘dormir como un bebé’.
Hasta aquí todos los beneficios que el ejercicio y el deporte pueden aportar a tu vida. Recuerda que cualquier actividad es buena, simplemente debemos se consecuentes con nuestros objetivos, estado físico y edad.
La falta de tiempo o la pereza no son excusa. Después de un duro día de trabajo regálate un rato haciendo ejercicio. Recuerda, el ejercicio es salud! Y dicen (sobre todo nuestros abuelos) que la salud es lo más importante…