Con la llegada del buen tiempo y el calor, nuestro cuerpo nos empieza a pedir principalmente dos cosas: comidas más ligeras y cerveza fría a cualquier hora y ocasión. Sobre la cerveza hablaremos otro día. Hoy lo que nos ocupa son las ensaladas de pasta, una inmejorable forma de comer rico, sano y ligero este verano.
A muchos les sonará raro una ensalada en la que la base no sea lechuga o algo similar. Pero, teniendo en cuenta de que los españoles somos grandes amantes de la comida italiana, ¿porque no usar la pasta como base? Con un poco de pasta, unos ingredientes básicos y una buena salsa o aliño ya tenemos un plato fácil y rápido, ideal para llevar al trabajo y perfecto para combatir las altas temperaturas del verano.
El primer ingrediente (y principal) que necesitamos en la pasta. A la hora de elegir uno de los muchos tipos, debemos descartar las pastas largas como tallarines o espaguetis o las muy pequeñas como los fideos. Los tipos de pasta que mejor le van a este tipo de ensaladas son las pastas ‘huecas’, como por ejemplo espirales, macarrones o caracolas. Otro punto importante es su cocción, debiendo ser esta un poco más corta para que la pasta quede ‘al dente’. Para conseguir este punto podemos lavar la pasta bajo el grifo justo después de cocerla, aunque yo no soy muy amigo de esta solución.
Con la pasta como base, es hora de añadir los ingredientes. Estos no deben ser más que tres o cuatro, ya que sino convertiremos nuestra ensalada en una mezcla de sabores difícil de comer. Este tipo de ensaladas admiten casi cualquier cosa, aunque hay que tener un poco de tacto a la hora de combinar los ingredientes. Estos pueden ir desde pescado en conserva o a la plancha, carnes cocinadas, embutidos, ahumados, huevo cocido, verduras crudas o cocinadas, quesos… Posibilidades casi infinitas.
El otro punto importante es el aliño. Es muy importante añadirlo justo antes de comer la ensalada, ya que sino lo que conseguiremos es una pasta con una mezcla de sabores y una textura poco agradables. Podemos añadir desde la típica vinagreta hasta mostazas o salsas ligeras. La mayonesa no es una buena opción ya que convertirá nuestra ligera ensalada en una pesada ensaladilla. También podemos añadir hierbas aromáticas o ajo picado. El secreto está en probar y descubrir que opción casa mejor con los ingredientes elegidos.
Probar, probar y probar. No hay más secreto a la hora de preparar una ensalada de pasta que atreverse a mezclar diferentes ingredientes hasta dar con los sabores que más nos gustan. Pero, si eres debutante en este mundo de la cocina, te propongo algunas sencillas opciones que sé que funcionan muy bien.
La cocktail: verduras a la plancha, gambas y una ligera salsa rosa.
La exótica: manzana, aguacate, zumo de limón y curry en polvo.
La cesar: pollo a la plancha, tomate, queso y salsa cesar.
La saludable: pavo y salsa de yogurt
La mediterránea: mozarella, atún y albahaca.
La italiana: atún y salsa pesto.
La energética: tomates cherry, aguacate, pollo a la plancha, nueces y salsa vinagreta.
La energética: espinacas, salmón ahumado y salsa vinagreta.
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