De los muchos recuerdos que seguro todos tenemos de nuestra infancia está el de nuestra madre instándonos a desayunar bien, ya fuese con la excusa de crecer, rendir en el colegio o simplemente porque lo decían los anuncios de Cola Cao. Según hemos ido creciendo hemos ido progresivamente traicionando a nuestras madres relegando el desayuno hasta ese café rápido que te bebes de trago y de pié en la cocina. Tu madre no esta desacuerdo con eso y lo sabes!
El desayuno es ‘La Comida Más Importante del Día’ y se ha ganado a pulso este apodo por muchos motivos. Estudios científicos y nutricionales confirman esta creencia y con el paso de los años sigue manteniéndose firme. Es en esta primera comida donde recargamos energía y ponemos nuestro cuerpo listo para afrontar el largo día. Poner el despertador 20 minutos antes y dedicarse un tiempo a uno mismo desayunando tranquilo y de forma saludable es algo que tu salud agradecerá sí o sí, confía en mí.
Lo importante es optar por un desayuno que sea saciante y nutritivo a la par. De nada nos sirve comernos tres Donuts y quedarnos tan anchos. De esta forma lo único que aportaremos a nuestro organismo serán grasas y azúcar. Quizá nuestro cerebro se quede contento pero nuestro cuerpo demandara más alimento a media mañana, con el riesgo de caer en el snack rápido y rico en calorías. Una sucesión de errores que se completara con ese menú del día bien cargado de croquetas y patatas fritas. Error tras error.
Para que esto no ocurra es imprescindible que el desayuno contenga una ración de cereales integrales y frutos secos. Estos nos aportaran los carbohidratos necesarios y serán la energía que el cuerpo demandara durante el día, así que mejor tomarla a primera hora. ¿A qué antes de un viaje llenas el deposito de gasolina? Pues esto es similar.
Otro imprescindible son las proteínas. Podemos tomar esas de muchas maneras pero sin duda la mejor opción es optar por un huevo cocido, un revuelto, leche o pavo bajo en sal (la sal es mejor evitarla y ceñirse a la cantidad que ya contienen los alimentos). Cualquiera de estas opciones es saludable y recomendable a la vez. Tus músculos agradecerán esta recarga matinal y te lo recompensaran durante el resto de la jornada.
Carbohidratos, proteínas… ¿y que pasa con las vitaminas? Otro de los esenciales que no podemos pasar por alto. Tomar una pieza de fruta o un zumo nos aporta una cantidad interesante de vitaminas que ayudarán a la recuperación muscular. Además la fruta contiene mucha agua, necesaria a primera hora para rehidratar nuestro cuerpo.
Otra forma de hidratarse y conseguir a la vez nutrientes saludables son las bebidas. Podemos optar por un simple vaso de agua o bien por otras opciones con algo más de ‘sustancia’. La leche es un gran aliado para tus huesos dotándoles de calcio además de tener una cantidad considerable de proteínas. Un café será un gran aporte de cafeína muy necesaria a primera hora e importante para regular el tránsito intestinal, tu ya me entiendes. Las infusiones o tés ayudan a hidratar, depurar y limpiar nuestro organismo. El zumo proporcionara a tu cuerpo una gran cantidad de vitaminas. Como ves hay opciones para todos los gustos.
Llegara el día en que apetezca alguna opción menos sana y nos dejemos tentar por la bollería o el chocolate. Es precisamente a primera hora el mejor momento para darnos este capricho, ya que tenemos todo un largo día por delante para compensarlo.
Por supuesto es imprescindible dedicar un tiempo y un espacio al desayuno. Sentarse a degustarlo, saborearlo y masticarlo lentamente son hábitos importantes. Tampoco es recomendable alargar este banquete matinal por encima de los 20 minutos para no convertirlo en un brunch!
Te invito a que pruebes estos consejos y notes los resultados por ti mismo. ¡Somos lo que comemos! Así que vamos a comer bien.


Las cenas suelen comenzar por entrantes a compartir. A la hora de servirte estos utiliza siempre los cubiertos destinados a tal fin (nunca los propios). Si consideras que la ensalada necesita un buen aliño, hazlo siempre en tu propio plato y respeta el gusto de los demás. Este tipo de platos son para compartir y debes respetarlo. Procura comer la cantidad que te corresponde y no arrases con las croquetas o los panecillos. Si alguien come más rápido que tu y lo hace, el que se está comportando mal es él.
Una vez decidida la pieza es importante analizar nuestra destreza con el cuchillo. Si no somos muy duchos en esta materia podemos pedir que nos lo deshuesen o incluso que nos la entreguen ya cortada y envasada al vacío en paquetes individuales. De esta forma no solo tendremos jamón bien cortado al momento sino que además podremos disfrutar de él durante un periodo más largo sin que este se reseque y endurezca. Si te atreves con el corte ten en cuenta que el cuchillo es muy importante. Éste debe ser largo, estrecho, flexible y estar muy afilado. Para quitar las cortezas es recomendable usar cualquier otro cuchillo y así evitar destrozar el filo del cuchillo jamonero.
Y créeme que no es un capricho mío. Durante los últimos meses una cantidad importante de famosos y celebrities de todo el mundo se han dejado ver con un buen bigote. James Franco, Daniel Craig, Brad Pitt, Johnny Depp son solo algunos ejemplos. No cabe duda que este tipo de gente no hacen las cosas por casualidad. Si ellos han decidido coger las tijeras y dar forma a su bello facial, por algo será.
Si ya te he convencido (espero que así sea) lo primero que debes elegir es que bigote quieres llevar. Atrévete con el que más te guste y se acerque mas a tú estilo y a tu forma de vestir. Existen bigotes anchos, finos, mejicanos, artísticos… Lo importante es que escojas el que mejor le siente a tu cara y con el que te sientas más cómodo. Si tienes una cara grande y redonda no te decidas por un bigote pequeño. Si por el contrario tu cara es estrecha y alargada mi recomendación es que optes por un bigote corto. Es cuestión de probar y pensar que puedes cambiar de estilo cada pocos días, sólo tienes que esperar a que el bello crezca y tener bien afilada tu cuchilla.



En el plato solemos ver una especie de hojas de color rosa que solemos apartar pensando que son decoración. Pues no es así. Estas hojas llamadas gari son laminas de jengibre y se usan para limpiar la boca cuando cambiamos de variedad y de sabor de sushi. El orden a la hora de comer las diferentes variedades suele ser pasando de los más ligeros a los más grasos para así poder apreciar todo su sabor. Para regar todo esto bastara con una fría cerveza japonesa o sake para los mas atrevidos.
