Mediados de noviembre. Parece que todavía queda mucho para las próximas Navidades pero no es así. El día que menos te lo esperes encontraras tu ciudad engalanada con cientos adornos y bombillas. Tropezaras con asombro ante el primer lineal de polvorones que veas en el supermercado. El espíritu navideño y la mismísima Navidad han llegado ya.
Muchas son las cosas que se podrían denominar como ‘típicamente navideñas’. Si hablamos de alimentos o bebidas se me vienen a la cabeza productos básicos como el cava, el cordero, polvorones, turrón e incluso un buen besugo. Pero en segunda línea, como aquel futbolista que entrena todo el año en el banquillo esperando su momento de gloria, aparece el jamón. Típico hasta la pezuña, internacional como pocos, se hace con un hueco en la cocina de muchos hogares cuando se acerca diciembre. Para disfrutarlo como debe ser préstale atención a estos consejos.
A la hora de comprar el jamón hay infinidad de precios y tipos según su procedencia y proceso de curación. No vamos a entrar en este tema ya que depende del desembolso que estemos dispuestos a hacer. Pero si que es conveniente desmentir que es indistinto comprar un jamón de cerdo macho o hembra. Actualmente, y mediante la castración, se consigue equilibrar el proceso hormonal entre ambos y el resultado es idéntico. También es indistinto que el jamón proceda de la pata izquierda o derecha del animal, ya que estos descansan indistintamente sobre ambos lados. De un plumazo nos hemos cargado dos falsos mitos.
Una vez decidida la pieza es importante analizar nuestra destreza con el cuchillo. Si no somos muy duchos en esta materia podemos pedir que nos lo deshuesen o incluso que nos la entreguen ya cortada y envasada al vacío en paquetes individuales. De esta forma no solo tendremos jamón bien cortado al momento sino que además podremos disfrutar de él durante un periodo más largo sin que este se reseque y endurezca. Si te atreves con el corte ten en cuenta que el cuchillo es muy importante. Éste debe ser largo, estrecho, flexible y estar muy afilado. Para quitar las cortezas es recomendable usar cualquier otro cuchillo y así evitar destrozar el filo del cuchillo jamonero.
Una vez cortado, el jamón debe presentarse sobre un plato blanco para así poder apreciar todo su color. Se recomienda comerlo loncheado pero algunas zonas de la pata cercanas al hueso no se prestan bien al corte y se puede optar perfectamente por su consumo en tacos. Una vez presentado en el plato no se debe de esperar más de 10 minutos hasta su consumo, ya que sino la textura del jamón puede convertirse en chicle. Sin embargo, si el jamón es de buena calidad, éste tiempo de espera puede hacer que la grasa se oxigene y su sabor sea todavía mejor.
Se recomienda consumir el jamón a una temperatura aproximada de 24º (temperatura ambiente). Si este se conserva previamente loncheado en la nevera es imprescindible sacarlo una hora antes para que se atempere. De esta forma su sabor y textura serán óptimas y parecidas a un jamón recién cortado. Para apreciar bien todo su sabor, los expertos recomiendan comerlo sólo o acompañado únicamente de pan. Si lo dicen los expertos…
Para conservar nuestra joya en forma de pata lo mejor es guardarlo en algún lugar de la casa donde el calor no sea excesivo. La cocina suele ser el lugar más común pero no siempre el mas indicado. Para taparlo basta con cubrir el corte con el propio tocino del jamón y que este haga de protector natural. También se puede proteger con film transparente. Sea como sea, taparlo únicamente con el típico trapo de cocina es un error!
Para terminar sólo un par de apuntes más. El consumo de jamón está indicado para todas las edades y es un producto altamente saludable y recomendable en casi cualquier dieta (por mucho que la OMS se empeñe en decir lo contrario). Recuerda también no tirar el hueso, ya que con él podrás hacer las mejores sopas y caldos que has probado nunca!