Y digo ‘también’ porque con demasiada frecuencia nos acordamos de nuestra espalda únicamente cuando vamos a comprar un nuevo colchón o cuando dejamos volar nuestra mente en una clase de Pilates. La espalda es algo que debemos de cuidar las 24 horas del día ya que de no hacerlo, lo acabaremos pagando. Unos correctos y sencillos buenos hábitos son esenciales para los que pasamos gran parte del día sentados y desempeñamos ‘labores de oficina’. Los estudios advierten que entre el 60% y el 90% de la población española sufrirá problemas cervicales o lumbares debido a su actividad profesional. No es para tomárselo a broma.
Los motivos son muy evidentes. El trabajo es probablemente la actividad a la que le dedicamos más tiempo durante nuestra semana (la otra que puede hacerle sobra es ‘dormir’, pero muchos no tenemos esa suerte). Durante todas las horas que desempeñamos nuestra actividad profesional sometemos a nuestro cuerpo a posturas repetitivas. Probablemente no nos parezca que sean posturas con riesgo, pero es su prolongación en el tiempo la que nos conduce directamente a tener problemas en nuestra espalda.
Como ya adelantaba el estudio que os mencioné, las zonas que más sufren las consecuencias de los malos hábitos posturales son las cervicales y las lumbares. Para ayudarlas es muy recomendable levantarse y caminar durante unos pocos minutos cada hora (si desempeñamos nuestra actividad sentados). Podemos aprovechar este momento para descansar nuestra vista, ya que esta también sufre lo suyo jornada tras jornada delante del ordenador.
Pero como bien imagino, no todos tenéis un jefe que os permite levantaros ni un segundo de la silla. Para estos casos resulta todavía más importante una buena posición en el escritorio. Algunas de las acciones más importantes que debes tomar son las siguientes:
- Mantén tu silla bien pegada a la mesa. Tampoco hace falta que esta te parta en dos. Simplemente procura no tener que acercarte inclinando tu espalda ya que esto provocaría sobrecargas.
- La altura de la silla debe ser la correcta. Las rodillas deben quedar aproximadamente en un ángulo de 45º con los pies bien apoyados en el suelo. La espalda debe apoyar por completo en el respaldo quedando lo más recta posible. Los muslos deben descansar casi por completo en la silla (nada de sentarse en el borde). En la imagen podéis haceros una idea más clara.
- Si vuestra silla dispone de apoyabrazos debes usarlos y regularlos para que los codos puedan apoyar sobre estos y así conseguir aliviar tensión de cuello y muñecas.
- Las piernas deben estar separadas de una forma natural. Queda terminantemente prohibido cruzarlas. Cruzar las piernas es el camino más corto a problemas de espalda (así de rotundo!)
Una vez perfectamente sentados en nuestra silla, es hora de colocar nuestro escritorio. El monitor (hacia donde se dirige casi siempre nuestra mirada) debe estar a una distancia entre 46 y 60 centímetros de nuestra nariz, y la parte superior de este a la altura de nuestros ojos. Si usas ordenador portátil ten mucho cuidado y trata de buscar un soporte para elevar la pantalla, de lo contrario tendrás problemas (créeme que se de lo que te hablo). Si vamos a leer o a repasar documentos es recomendable apoyar estos en algún tipo de atril para no tener que agachar la cabeza.
Además de todos estos consejos, hay que saber que una buena musculatura abdominal y lumbar es importante y ayuda en la prevención de problemas en nuestra espalda. En relación con esto, es importante realizar actividades físicas de forma habitual y caminar al menos 30 minutos al día.
Mi espalda ya se beneficia desde hace unas semanas de los beneficios de estas recomendaciones. ¡Confío en que harás lo mismo con la tuya!

Para muchos es desconocido el hecho de que existen diferentes tejidos a la hora de confeccionar un traje ya sea este para verano o invierno. Estéticamente y a simple vista pocas o ninguna son las diferencias, pero en el uso es donde realmente se aprecian. Para mantener la temperatura corporal debes optar por un traje donde la lana tenga un papel destacado. El algodón o el lino pueden servirte en épocas más calidad pero en invierno no son de demasiada ayuda.
Otra opción muy valida es añadir un cárdigan entre la camisa y la chaqueta. De esta forma mantendremos la formalidad de la pareja formada por camisa y corbata y simplemente añadiremos el cárdigan a modo de complemento. La ventaja es que podremos prescindir de este si en algún momento nos sobra calor y volver a usarlo si el frío aprieta. Recuerda llevarlo siempre abrochado y elegir un color que destaque lo menos posible.
Otro imprescindible son las proteínas. Podemos tomar esas de muchas maneras pero sin duda la mejor opción es optar por un huevo cocido, un revuelto, leche o pavo bajo en sal (la sal es mejor evitarla y ceñirse a la cantidad que ya contienen los alimentos). Cualquiera de estas opciones es saludable y recomendable a la vez. Tus músculos agradecerán esta recarga matinal y te lo recompensaran durante el resto de la jornada.
Su popularidad en nuestro país ha aumentado considerablemente hasta el punto que podrás comprarla incluso en el supermercado de toda la vida. Por supuesto también podrías hacerlo en el herbolario, donde esta lleva vendiendo desde hace muchos años, pero sospecho que no eres cliente muy habitual de este tipo de comercios.

Las cenas suelen comenzar por entrantes a compartir. A la hora de servirte estos utiliza siempre los cubiertos destinados a tal fin (nunca los propios). Si consideras que la ensalada necesita un buen aliño, hazlo siempre en tu propio plato y respeta el gusto de los demás. Este tipo de platos son para compartir y debes respetarlo. Procura comer la cantidad que te corresponde y no arrases con las croquetas o los panecillos. Si alguien come más rápido que tu y lo hace, el que se está comportando mal es él.
Una vez decidida la pieza es importante analizar nuestra destreza con el cuchillo. Si no somos muy duchos en esta materia podemos pedir que nos lo deshuesen o incluso que nos la entreguen ya cortada y envasada al vacío en paquetes individuales. De esta forma no solo tendremos jamón bien cortado al momento sino que además podremos disfrutar de él durante un periodo más largo sin que este se reseque y endurezca. Si te atreves con el corte ten en cuenta que el cuchillo es muy importante. Éste debe ser largo, estrecho, flexible y estar muy afilado. Para quitar las cortezas es recomendable usar cualquier otro cuchillo y así evitar destrozar el filo del cuchillo jamonero.
Y créeme que no es un capricho mío. Durante los últimos meses una cantidad importante de famosos y celebrities de todo el mundo se han dejado ver con un buen bigote. James Franco, Daniel Craig, Brad Pitt, Johnny Depp son solo algunos ejemplos. No cabe duda que este tipo de gente no hacen las cosas por casualidad. Si ellos han decidido coger las tijeras y dar forma a su bello facial, por algo será.
Si ya te he convencido (espero que así sea) lo primero que debes elegir es que bigote quieres llevar. Atrévete con el que más te guste y se acerque mas a tú estilo y a tu forma de vestir. Existen bigotes anchos, finos, mejicanos, artísticos… Lo importante es que escojas el que mejor le siente a tu cara y con el que te sientas más cómodo. Si tienes una cara grande y redonda no te decidas por un bigote pequeño. Si por el contrario tu cara es estrecha y alargada mi recomendación es que optes por un bigote corto. Es cuestión de probar y pensar que puedes cambiar de estilo cada pocos días, sólo tienes que esperar a que el bello crezca y tener bien afilada tu cuchilla.
