Categoría: Tendencias

Bueno, quizá hemos exagerado un poco con lo de ‘morir’, pero está claro que si el frío aprieta y no vistes adecuadamente lo vas a pasar muy mal. Y precisamente el invierno ya ha empezado a hacer honor a su nombre y los termómetros de todo el país han descendido mientras las nubes se colocaban en nuestros cielos para quedarse. Tranquilos, por suerte el invierno no durará demasiado.

Probablemente seas de esos ‘poco afortunados’ que por exigencias laborales u otros motivos se vean obligados a llevar traje en su día a día. El verano es mala época para estos pobres sufridores, pero el invierno también. Por eso hemos querido ilustrar, con la ayuda de Pep Guardiola, algunas opciones para pasar un invierno tan elegante como caliente. El entrenador del Bayern Munich se enfrenta jornada tras jornada al intenso frío alemán y todavía no le hemos visto ninguna  fisura en su looks. ¿Se os ocurre algún candidato mejor?

Para muchos es desconocido el hecho de que existen diferentes tejidos a la hora de confeccionar un traje ya sea este para verano o invierno. Estéticamente y a simple vista pocas o ninguna son las diferencias, pero en el uso es donde realmente se aprecian. Para mantener la temperatura corporal debes optar por un traje donde la lana tenga un papel destacado. El algodón o el lino pueden servirte en épocas más calidad pero en invierno no son de demasiada ayuda.

Además del tejido, existen otras soluciones las cuales, como norma general, consisten en añadir una capa mas por debajo de la chaqueta. Se podría decir que éste es el único espacio donde está permitido añadir algo que nos aporte calor.

Una de las opciones es prescindir de la camisa y optar por un jersey de cuello alto. Al no poder llevar corbata se pierde algo de formalidad pero por otra parte se consigue un look más urbano y juvenil. Para combinarlo, simplemente piensa en él como si de la camisa se tratase y elige colores que casen bien con el conjunto. Procura que el jersey sea fino y ligeramente entallado. Su composición es vital ya que será esta la prenda que te de calor.

Otra opción muy valida es añadir un cárdigan entre la camisa y la chaqueta. De esta forma mantendremos la formalidad de la pareja formada por camisa y corbata y simplemente añadiremos el cárdigan a modo de complemento. La ventaja es que podremos prescindir de este si en algún momento nos sobra calor y volver a usarlo si el frío aprieta. Recuerda llevarlo siempre abrochado y elegir un color que destaque lo menos posible.

Por último, y nuestra opción preferida, es usar un jersey con cuello de pico. Esta opción, al igual que el cárdigan, nos permite seguir llevando camisa y corbata y también tenemos la opción de quitárnoslo y ponérnoslo según lo necesitemos. En este caso se puede jugar un poco más con el color, ya que el protagonismo de la camisa quedara reducido al cuello.

Como puedes ver siempre hay una solución para todo en el mundo de la moda. Y sino que se lo digan a Guardiola.

Probablemente los excesos navideños han pasado factura en mi cabeza y algo no funciona como debiera al titular así este post. Quizá una uva de más o quizá de menos, cantidades industriales de turrón o Roscón, mucho Roscón! No me he vuelto loco, por suerte. La ‘marca personal’ es un concepto en auge del que quizá ya hayas oído hablar a tu cuñado o hayas leído en algún medio que se precie (como este blog). Jeff Bezos lo define como »lo que dicen de ti cuando no estás presente». Existe desde hace siglos pero ahora en nuestros días tiene nombre e importancia.

La ‘marca personal’ existe desde que el hombre es hombre. Históricamente dedicamos más o menos esfuerzo a mostrar la mejor versión de nosotros mismos. Por supuesto no es algo general ya que no todo el mundo lo intenta y los que lo hacen no siempre tienen el mismo éxito. Aristócratas y clases altas han sido embajadores de este concepto cuidando al detalle su aspecto, sus maneras y todo lo que les rodea con único fin de ofrecer la mejor versión de si mismos. Eso es ‘marca personal’. En nuestros tiempos, no se limita a llevar bien limpio el caballo sino que con la expansión del mundo digital su radio de acción ha trascendido de lo físico a lo digital.

En nuestros días la marca personal empieza por nuestro aspecto. Unos zapatos limpios siempre dan una buena imagen. Las nociones de aseo básicas se dan por sentadas y son claves para dejar una buena sensación. El coche que hemos decidido conducir, el color del móvil que tenemos entre las manos, el bar que elegimos para tomar el café, camisa o camiseta o hasta el vocabulario que empleamos al hablar. Cualquier pequeña particularidad de nuestro día a día forma nuestra persona y por extensión también define nuestra ‘marca personal’.

Nuestra vida se convierte por tanto en una continua entrevista de trabajo, en una primera cita con esa chica que sabes que está por encima de ti y a la que tienes que impresionar si quieres que la cosa llegue a buen puerto. No es fácil (lo de la chica tampoco). Mostrar tu mejor versión lleva tiempo y dedicación pero para determinados perfiles profesionales y sectores laborales se ha vuelto una tarea diaria más. Algo imprescindible.

Además, como te comentaba antes, con la llegada de las redes sociales y el mundo 2.0, esta proyección de nuestra imagen ha trascendido desde lo físico a lo digital. Nuestros perfiles en las diferentes redes hablan por nosotros mismos y debemos cuidarlos y dedicarles tiempo a diario. Ya no solo somos una persona, ahora somos toda una marca!

Quizá el perfil imprescindible y más importante que si o si debes tener sea el de LinkedIn, la red social profesional orientada al mundo laboral. Si no estás en esta red sencillamente no existes. Y si estas y tu perfil deja que desear es casi mejor que no estés. Tanto en esta red social como en el resto hay que cuidar cada detalle, desde la foto de perfil hasta el mas mínimo comentario. En Twitter premia la originalidad y la inmediatez, Facebook es una gran plataforma para crear y gestionar tu propia página, Instagram se ha convertido en la referencia visual. Cada una de ellas se enfoca a un determinado publico y permite compartir un determinado tipo de contenido. Elige las que creas que se adaptan más a tu sector o tus objetivos. Cuidadas y tus perfiles hablaran por ti.

Además de perfiles en redes sociales, la marca personal se complementa con un blog. La creación de este y su mantenimiento es una fantástica forma de enseñarle al mundo lo que piensas y lo que sabes. Una forma de crear contenido relevante y de ser valorado por ello. Panifica en ritmo de publicaciones y escoge una temática en la que te sientas cómodo y puedas aportar. Vincúlalo con tus perfiles sociales para crear un ecosistema alrededor de tu persona.

Ahora que lo tienes todo únicamente debes ser constante en las publicaciones, cuidar estas y sobre todo mostrarte sincero. Las mentiras tienen las patas muy cortas en internet y dar una imagen que no es la real puede ser muy negativo. No lo dejes para mañana y comienza hoy mismo. Haz de tu ‘marca personal’ uno de los propósitos de este 2016.

Practicar algún deporte o ejercicio requiere de un grado considerable de fuerza de voluntad. Ya sea por calor, frío, cansancio o falta de tiempo, lo cierto es que no practicamos todo el deporte que deberíamos y por eso nuestro cuerpo se resiente. Si a eso le sumamos el hecho de que el invierno (ya sea por la lluvia o el frío) no invita demasiado a ponerse unas mallas y salir a correr, tenemos un coctel que seguramente hará explosión cuando estemos tirados en el sofá con nuestras pantuflas y el mando a distancia en la mano.

Paradójicamente, es precisamente en otoño e invierno cuando nuestro cuerpo obtiene beneficios extra al practicar cualquier actividad física. Además, son muchos los deportes típicos de esta temporada que podemos practicar, especialmente los de nieve y montaña. Pero también son varias las precauciones que hay que tomar a la hora de realizarlos.

España es uno de los países con más desnivel de Europa. Eso, aparte de dejar muchos e increíbles miradores, también nos da la oportunidad de practicar deportes ‘de invierno’ en alguna de sus numerosas montañas. Este tipo de deportes suelen ir acompañados necesariamente de nieve pero también podemos disfrutar de la montaña de una forma algo más tranquila.

El esquí o snowboard son una buena opción para disfrutar quemando calorías. Cierto es que los primeros días no son fáciles ni agradables (tus moratones darán buena fe de ello) pero con unas cuantas horas de práctica comenzaras a disfrutar de un deporte emocionante en un entorno espectacular. El senderismo también es otra buena alternativa para los menos osados. Prepara tu mochila y tu cantimplora y camina por un sendero de los miles que hay mientras disfrutas del paisaje o de una buena conversación.

Si eres más de ciudad y la montaña no te pilla cerca no te preocupes. Durante estas fichas las pistas de hielo suelen dejarse ver por nuestras plazas. Anímate y disfruta de una actividad que además puedes practicar en familia. Si el frío no termina de convencerte siempre te quedara el gimnasio o una buena piscina climatizada. Todas son opciones muy validas.

Si te animas a practicar alguno de estos deportes (especialmente los que se practican en entornos fríos) hay una serie de recomendaciones que debes tener en cuenta. Antes de comenzar realiza siempre un buen calentamiento para preparar tu cuerpo y evitar lesiones. También es imprescindible vestirse por capas para poder ir quitando y poniendo estás en el momento en que nuestro cuerpo nos lo pida. Recuerda también protegerte de los rayos solares especialmente si te mueves por la nieve. Por supuesto, y aunque no creas que lo necesitas, hidrátate constantemente con agua o alguna bebida isotónica. En la montaña hay muchos bares donde también puedes reponerte con una cerveza o un caldo caliente (estas opciones son mis favoritas).

Como puedes ver son muchas las opciones para mover tu cuerpo en invierno, pero aún son más las ventajas.

Hacer deporte ayudará a despejar tu mente y eliminar todo el estrés acumulado durante la semana. Hacerlo bajo el sol ayuda además a liberar endorfinas y estas contribuirán a mejorar nuestro humor y esto de animo. El sol es un factor clave ya que recarga nuestro cuerpo de vitamina D la cual es vital para nuestros huesos y para la quema de grasas. ¡Hasta ahora todo son ventajas!

Practicar deporte en invierno también es una inmejorable forma de llegar a la primavera con los deberes hechos. La ‘Operación Bermuda’ suele dejarse para más adelante pero de esta forma ya tendremos terreno ganado moviendo nuestro cuerpo en invierno. Ejercitándonos en estos meses ayudamos a compensar ese exceso de calorías que solemos ingerir de más en estas fechas (comidas más contundentes, fiestas navideñas, etc.).

Pero por encima de todas las ventajas y beneficios, para mí esta la sensación de superarse a uno mismo y vencer al frío, la lluvia y la pereza. ¡Esa sensación es incomparable!

Y no sólo vuelve a estar de moda sino que Noviembre es el mes ideal para llevarlo o para comenzar a hacerlo. Noviembre es el mes en el que el movimiento November (resultado de unir moustache y November) se hace más visible para luchar y reivindicar la importancia de algunas enfermedades como el cáncer o los trastornos psicológicos que afectan a los hombres. La iniciativa propone que durante todo este mes dejes crecer tu bello facial y luzcas con orgullo y elegancia un buen bigote.

A priori parece algo antiguo, trasnochado, de otra época y más propio de tu padre o tus abuelos. Un bigote entre nariz y boca te invita a pensar seguramente en algún que otro dictador, actores en blanco y negro o incluso aguerridos defensas de los 80. Permíteme decirte que, al igual que en el mundo de la moda todo vuelve, en lo que respecta a los cuidados  y estética masculina también pasa lo mismo. El bigote se abre nuevamente camino entre tanto hipster como una versión light de su frondosa barba. Confía en mí. El bigote is coming!

Y créeme que no es un capricho mío. Durante los últimos meses una cantidad importante de famosos y celebrities de todo el mundo se han dejado ver con un buen bigote. James Franco, Daniel Craig, Brad Pitt, Johnny Depp son solo algunos ejemplos. No cabe duda que este tipo de gente no hacen las cosas por casualidad. Si ellos han decidido coger las tijeras y dar forma a su bello facial, por algo será.

Quizá simplemente sigan las más tempranas tendencias o quizá su inspiración venga de los galanes de décadas pasadas. Grandes nombres que marcaron un antes y un después en el mundo del cine y fuera de él. Hombres con una personalidad arrolladora y rostros que eran capaz de decirlo todo sin abrir ni siquiera la boca. Freddie Mercury, Chaplin, Dali, Groucho Marx, Clark Gable, todos destacaron por sus habilidades y su personalidad, pero también por su protagonista bigote.

Por si todavía sigues indeciso déjame decirte que ya ha pasado (afortunadamente) el momento en que las mujeres de medio mundo se derretían por un hombre con un aspecto y unas costumbres un tanto femeninas. La metrosexualidad en nuestros días ya sólo encuentra refugio en los campos de futbol y en los institutos de barrio. Ahora las mujeres demandan al Hombre, ese que igual te arregla un enchufe que te enciende la chimenea. Aquel que ademas de comportarse como un hombre, también lo parece. Y en este asunto el bigote suma puntos, créeme.

Si ya te he convencido (espero que así sea) lo primero que debes elegir es que bigote quieres llevar. Atrévete con el que más te guste y se acerque mas a tú estilo y a tu forma de vestir. Existen bigotes anchos, finos, mejicanos, artísticos… Lo importante es que escojas el que mejor le siente a tu cara y con el que te sientas más cómodo. Si tienes una cara grande y redonda no te decidas por un bigote pequeño. Si por el contrario tu cara es estrecha y alargada mi recomendación es que optes por un bigote corto. Es cuestión de probar y pensar que puedes cambiar de estilo cada pocos días, sólo tienes que esperar a que el bello crezca y tener bien afilada tu cuchilla.

Una vez que tengas tu bigote a punto tendrás que dedicarle algo de tiempo para cuidarlo. Existen peines especiales que facilitaran la tarea a la hora de peinarlo. Para darle forma puedes optar por una cera especial para bigotes. También es conveniente usar un gel de afeitado transparente para poder así cortar sin miedo a hacerlo donde no tocaba.

Como ves existen muchas razones para llevar bigote. ¿Con cuál de todas te quedas?

A estas alturas de la vida no voy a detenerme a explicarte que es el pádel y su fuerte evolución en España en los últimos años. Estoy seguro de que algún partido con amiguetes habrás jugado ya. Incluso quizá la curiosidad te haya picado tanto que te has apuntado a clases para perfeccionar tu bolea o que se yo. Pero tanto si ya has debutado como si estás pensando en hacerlo este post te interesa. Y es que para practicar cualquier deporte es muy importante tener unas nociones básicas.

Estas nociones no tienen porque ser técnicas o aspectos del propio juego. Existen otra serie de factores que harán que podamos disfrutar más de nuestra experiencia y sobre todo hacerlo de una forma más segura y agradable.

Para empezar, y aunque te suene de otras veces, es imprescindible calentar. El pádel es un deporte muy explosivo en el que debemos reaccionar en milésimas de segundo para llegar a esa bola. Además, al existir rebote en las paredes, tendremos que variar muchas veces y de forma rápida nuestra posición y nuestra postura de golpeo. Para conseguir ser rápido, y sobre todo evitar lesiones, es importante realizar un calentamiento completo. Realiza estiramientos de tus músculos y calienta las articulaciones prestando especial atención a tobillos, rodillas, muñecas y hombros. También es recomendable trotar suavemente por la pista para coger temperatura y aumentar el ritmo cardiaco.

Si juegas en pistas cubiertas, además de ser afortunado, no tendrás que preocuparte por tu piel. Si no es así, debes protegerla de los rayos del sol especialmente en verano. Las pistas cuyas paredes son de metacrilato actúan como una potente lupa que puede dejar tu piel como la de un cangrejo en menos de lo que dura un set. Para protegerte lo mejor es usar una crema protectora ligera (para que no se convierta en algo incomodo al sudar). Aplícala sobre todas las zonas expuestas al sol antes y también durante el partido si fuese necesario.

También es especialmente interesante, sobre todo si jugamos en exteriores, usar prendas adecuadas. Con esto no me refiero a los modelitos más caros de la tienda sino simplemente a ropa pensada para la práctica de este deporte. Colores claros y tejidos ligeros y transpirables serán una gran ayuda cuando el sudor y el calor hagan acto de presencia. Por mi experiencia, recomiendo totalmente calzado deportivo específico. Este al ser más ancho y más bajo evita torceduras de tobillo. Además, esta diseñado para evitar el exceso de temperatura en la planta del pie.

Para comenzar a jugar sólo necesitamos un par de cosas más: la pala y las bolas. En los comienzos da prácticamente igual jugar con la mejor pala del mundo o la más barata de Decathlon. Pero según tengamos más experiencia y subamos de nivel debemos plantearnos hacernos con una pala que se adapte por peso, forma y dureza a nuestras características físicas y nuestra forma de jugar. No siempre la pala que menos pesa es la más adecuada para todo el mundo. Las bolas, aunque parecidas a las de tenis, no son iguales que estas. Es imprescindible jugar con bolas para pádel y que éstas estén en buenas condiciones, de lo contrario el bote podría ser inferior a lo normal y además de influir en la fluidez del juego esto puede influir también en la salud de nuestra espalda.

Por último, es muy importante mantener la hidratación durante el partido. Al jugarse entre cuatro paredes es normal un exceso de sudoración y perdida de líquidos al no haber una buena ventilación en la pista. Aprovecha los descansos y cambios de campo para beber un poco de agua e incluso comer algo para reponer fuerzas. Un plátano, una barrita de cereales o frutos secos pueden darte ese extra que necesitas para hacerte con el set definitivo.

Y hasta aquí es hasta donde yo os puedo ayudar. Todo lo demás tenéis que irlo perfeccionando vosotros solos con la práctica o con las lecciones de un profesional. Yo sólo os puedo recomendar una cosa más: apostar por la elegancia tanto dentro como fuera de la pista y no os dejéis tentar por el fluor!

Hace ya un par de meses de aquel post donde os invitaba a seguir unas sencillas pautas para conseguir bajar esos kilos que sobran y llegar así a tiempo a la ‘Operación Bermuda’. ¿Lo recuerdas? El plan era bastante sencillo. Solo había que reducir la ingesta diaria de calorías y hacer ejercicios cardiovasculares de forma periódica para conseguir bajar hasta 4 kg en un mes. Si te tomaste en serio el plan estoy seguro de que ahora estarás tumbado en alguna playa con la satisfacción de haber hecho los deberes y luciendo abdominales. Pero, ¿y si no ha sido así?

Si no ha sido así no te preocupes. Mi tenacidad no conoce fronteras y tarde o temprano voy a conseguir que levantes el culo de la tumbona y te pongas en marcha. Además cuento con un grandísimo aliado para conseguirlo: la playa. Y es que es ahí donde seguramente te encuentras en estos momentos en los que media España (y el 90% de Madrid) esta lo más cerca posible del agua.

Y es que la playa además de ser uno de los lugares donde mejor se está, es una de las superficies donde más calorías se consumen al realizar ejercicio pudiendo llegar incluso hasta el doble de gasto energético. El motivo es la resistencia que ofrece la arena blanda, la cual hará trabajar más a nuestros músculos e implicar mayor cantidad de estos en cada ejercicio. Otro de los factores importantes es la cercanía del agua. Esta nos servirá no solo para refrescarnos sino para usarla a la hora de hacer ejercicios de resistencia o nadar. Todo son ventajas y por tanto no caben excusas. Es momento de ponerse el bañador y comenzar el beach fitness.

Para comenzar a mover el cuerpo debes elegir una zona de la playa donde no haya mucha gente y tengas espacio. Aunque el beach fitness es una práctica cada vez más extendida y practicada incluso por famosos, es normal que las primeras veces sientas ligera vergüenza y el tener un poco de ‘intimidad’ puede ayudarte. Por tanto, los mejores momentos para entrenar son a primera y última hora del día, cuando el calor aprieta menos y la playa está más tranquila. Caminar hasta una zona más tranquila te servirá de calentamiento así que no dudes en hacerlo.

Una vez en la playa puedes comenzar corriendo o andando por la orilla a ritmo intenso durante unos 15 minutos. Si optas por correr hazlo siempre con calzado específico para evitar lesiones. Procura hacer recorridos de ida y vuelta para compensar el desequilibrio de la playa, el cual te ayudara a activar más musculatura que corriendo por superficies planas.

Con el cuerpo bien calentito es hora de pasar a algo más complejo. Los burpees son una estupenda forma de subir pulsaciones rápidamente y quemar calorías rápidamente. Además hace trabajar prácticamente la totalidad de músculos principales. Realiza varias series alternando descansos cortos.

Otro buen ejercicio para la playa son los lunges. Consiste en dar zancadas dejando una pierna atrás y llegando casi a tocar la arena con la rodilla. Un buen ejercicio para las piernas y para mejorar la estabilidad.

Estando en la playa y empapados ya de sudor a estas alturas de entrenamiento que mejor que continuar con ejercicios dentro del agua. Caminar por el agua con esta a la altura de la cintura es una buena opción. También puedes sumergirte un poco más y realizar aperturas de piernas y brazos en salto (desde la posición normal hasta formar una cruz con los brazos y las piernas abiertas). Para completar te proponemos series de levantamiento de rodillas en sprint y levantamiento de talones llevándolos hasta el glúteo. ¿Cansado? Lamento decirte que esto no acaba aquí. Ya que estas en el agua que mejor que nadar un rato para relajarte y soltar musculatura. ¿Ves aquella boya de allí lejos? Pues ya sabes lo que tienes que hacer…

Hasta aquí hemos trabajado la parte superior e inferior del cuerpo pero nos queda quizá la más importante: el denominado core o músculos abdominales y lumbares. Estos son de gran importancia para el desarrollo de cualquier actividad deportiva así que debemos mantenerlos fuertes. Para ello hay un ejercicio isométrico muy sencillo pero no por ello menos duro: la plancha. Consiste en tumbarse boca abajo apoyando el peso en la punta de los pies y en los codos, manteniendo siempre el cuerpo recto como una plancha (de ahí su nombre). Aguanta en esta posición 30 segundos y realiza varias series.

Llegados a este punto te has ganado, ahora sí, un buen baño relajante y echarte un rato en la toalla a escuchar las olas del mar romper. No olvides reponer los líquidos que has perdido (venga, te dejo reponerlos en el chiringuito) por el calor y por la humedad que suponen siempre un extra de sudoración. ¿Verdad que este gimnasio te gusta un poco más?

Hace unos días, viendo un capítulo de Mad Men, surgió una duda que hoy vamos a responder. El episodio en cuestión hacía alusión ya desde su título al calor. Por aquel momento los Draper atravesaban una ola de calor similar a como lo hacemos nosotros esta semana. Betty por momentos parecía perder su insultante perfección con su rostro a dos palmos del ventilador. Pero el que no tuvo ningún momento de debilidad fue Don. De traje como siempre, impecable, quizá solo un poco más colorado de lo habitual. Quizá se debiera al alcohol que corre como ríos por la oficina.

Repare entonces en la cantidad de gente que por motivos de trabajo o “necesidades del guion” deben a diario vestir de manera impecable, con traje, o en el mejor de los casos con pantalón largo y camisa. Para ellos, el calor que pasamos estos días parece imposible de sobrellevar. Sin embargo, algo que parece imposible se puede conseguir. Es posible combatir el calor del verano y además con elegancia y estilo, y te vamos a contar cómo.

Para empezar no debes descuidar tu cabeza. Protégela siempre del sol con algún sombrero fabricado en material que transpire (de paja) y no temas incluirlo en tu look urbano. La playa o la montaña parecen territorios más predispuestos a su uso pero seguro que encuentras algún modelo más urbano que puedas llevar en tu día a día. Confía en mí, con la cabeza fría se piensa mejor!

“Más es menos” cuando se habla de protegerse del calor. Las culturas de Oriente Medio y África apuestan por cubrirse de ropa cuando el calor aprieta. Estas hacen de capa aislante y evitan que el calor llegue a la piel. Por supuesto que el secreto está en los materiales y colores en que las confeccionan. Pon atención.

En cuanto a tejidos el mejor que puedes elegir es el lino. Si bien es complicado de mantener sin arrugas, te proporcionara frescor una transpiración más que ningún otro. Además es una opción muy popular para verano en cualquier ambiente por lo que no te resultara complicado hacerte con alguna prenda de este material. Otra opción también recomendable es el algodón en cualquiera de sus versiones. Este es más asequible y popular.

El color también juega una parte esencial. Destierra al fondo de tu armario los colores oscuros y viste como si estuvieses en Ibiza. Apuesta por colores blancos, tonos crema o tierra. Estos colores claros ayudan a reflejar los rayos de la luz y eso es lo que buscamos durante los largos días. Para la noche puedes ser más flexible y apostar por esos colores que antes habías desterrado.

Tus pies son muy importantes y porque estén lejos de tu cabeza no debes olvidarte de ellos. Si tienes que usar calzado cerrado apuesta por mocasines o cualquier zapato de piel fina. Importantísimo también que uses calcetines finos siempre que debas llevarlos. Cuando puedas prescindir de estos, será el momento de las sandalias. Eso sí, nunca se te ocurra combinarlas con traje!

El pantalón cortó cada vez está más aceptado y supone un extra de ventilación. Con unos chinos cortos combinados con un polo de manga corta tendrás un outfit para muchas ocasiones incluso formales. El polo te dará ese punto de ventilación en la parte superior. Elegante como una camisa remangada y con la libertad que da su cuello abierto.

Como ves no son pocas las posibilidades que el mundo de la moda ofrece para que el hombre de hoy no pierda ni una pizca de elegancia y no tenga ni una pizca de calor.