SOBREVIVE A TU AÑO COMO PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD

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Realmente existe la posibilidad de que nunca llegues a ser presidente de tu comunidad de vecinos en toda tu vida. Es una posibilidad remota, sí, pero existe. Pero si eres de los que ha decidido instalarse en una vivienda y no moverse demasiado, lo más probable es que te toque ser presidente al menos un par de veces en tu vida. El comienzo del nuevo año suele coincidir con el cambio de presidente y si este año te toca a ti, quita necesites algún consejo.

Pensabas que te podrías librar, pero año tras año la presidencia va cambiando de letra, piso a piso, avanzando sin que nada puedas hacer para escapar. Otras veces simplemente eres el más joven de una comunidad de vecinos con una media de 80 años y aceptar el cargo se convierte en un acto de caridad. Otras, quizá sea por miedo a dejar tu casa en manos del zoquete del tercero. La presidencia es una tarea complicada y conviene estar bien preparado.

Nuestro primer consejo es que trates de dejar la gestión en manos de expertos. Existen muchas empresas especializadas en la administración de fincas. Por un módico precio, tendrás la seguridad de que tus cuentas, tus necesidades y tus problemas quedan en manos de gente competente, con el tiempo y la experiencia suficiente para gestionarlos de la mejor manera posible. Probablemente el resto de vecinos no estará muy a favor de añadir este gasto extra, así que te tocará a ti encargarte de todo.

comunidad de vecinos presidente comunidadPero siempre hay un plan B, y en este caso es el portero o conserje de la finca. Si tienes la suerte de contar con uno, aprovéchalo. Un portero conoce tu edificio mejor que nadie, se conoce a medio barrio y hasta podríamos decir que te conoce a ti mejor que tu mismo. Un portero tiene tiempo y ganas de asumir nuevas funciones, de resolver nuevos problemas. Delega en tu conserje todo lo que puedas y pídele consejo cada vez que lo necesites. Vale, no es un administrador de fincas, pero te sacará de más de un apuro.

Pongamos que ni tienes portero ni tus vecinos quieren contratar un administrador de fincas. En este caso tienes un pequeño problema, ya que serás tú el encargado y responsable de gestionar las cuentas, resolver los problemas, mediar entre conflictos vecinales, convocar reuniones, etc.. No son pocas tus nuevas tareas así que trata de poner límites. Evita que tu casa se convierta en una ventanilla abierta 24 horas al día insistiendo en recibir vía email todas las quejas, problemas y sugerencias de tus vecinos. Si pones claros los límites y normas desde el principio no deberías de tener demasiados problemas.

Otro buen consejo es que cumplas con tus obligaciones y recurras a expertos cada vez que sea necesario. Recuerda que eres presidente, no MacGyver. Todos tenemos la tentación de solucionar los problemas por nosotros mismos pero en este caso no es recomendable. Piensa que si el problema persiste el responsable vas a ser tú, y si el problema ocasiona algún accidente entonces ya mejor ni hablamos. Ante cualquier problema, recurre siempre a un profesional.

Por último, recuerda que el administrador de la comunidad es la persona encargada de gestionar, de mediar, de hacer que todo fluya… Mantente en una posición neutral ante disputas y problemas entre vecinos. No tomes ninguna decisión por tu cuenta ni trates de imponer tu criterio. Todo debe ser consensuado y aprobado por la mayoría y, aunque la decisión tomada no sea la más conveniente, recuerda que tu comunidad de vecinos es una democracia donde cada voto vale lo mismo.

Aplica estos consejos desde el primer día y todo irá sobre ruedas. Recuerda también que un año pasa muy rápido y cuando te quieras dar cuenta ya estarás haciendo el traspaso de poderes al vecino de al lado.

 

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