En los últimos tiempos, las rígidas normas que giraban en torno a cómo debía ser un cinturón de hombre han ido cayendo en desuso poco a poco. Además, esas reglas, de alguna manera, hacían que muchos de nosotros ni siquiera nos molestásemos en cambiar de cinturón y sólo íbamos trasladando el mismo de uno a otro.
Sin embargo, con el paso del tiempo, hemos visto como este complemento ganaba versatilidad y ahora disponemos de una amplia gama donde elegir. En este artículo te damos algunos consejos para que este complemento se convierta en una pieza clave de tu outfit.
La importancia de llevar cinturón
Todavía hoy hay quien rehuye de los cinturones y no se los pone nunca. En cambio, en el Blog del Bigotero creemos que las ventajas de utilizarlo son obvias por dos funciones claras:
- Es práctico: sujeta el pantalón y lo mantiene en el sitio apropiado que, como su nombre indica, es la cintura -ni más arriba, ni más abajo-. Además, también permite que la camisa se mantenga en el sitio apropiado en el caso de que la llevemos por dentro.
- Es estético: este complemento es uno de ellos detalles que diferencian a aquellos que se preocupan por su estilo. Si además está bien elegido, el resultado nos distinguirá del resto.
Elegir cinturón con estilo
Hay una serie de características que irán definiendo el cinturón perfecto para cada ocasión. Vamos a tratar de ir valorando cada una de ellas para que la elección sea la más adeacuda.
Color: ¿combinar con los zapatos?
La regla clásica siempre ha sido que los zapatos y el cinturón debían ser del mismo color. A pesar de que paulatinamente esa norma se ha flexibilizado, sí que todavía es básico tener, al menos, un cinturón negro y otro marrón. Además, también es cierto que en looks formales y semiformales, todavía suele ser lo más apropiado.
En cambio, también es cierto que, a medida que la ocasión es más casual, también se relajan las limitaciones. Para empezar, en el caso del marrón, se puede optar por una gama de ese mismo color diferente.
Otra opción muy aceptable, especialmente si llevamos zapatillas deportivas, es elegir un cinturón del mismo color que el pantalón. Como veíamos en este blog hace unas semanas, este elección está especialmente indicada si tu objetivo es estilizar tu figura.
Tamaño: cuestión de agujeros
La medida perfecta de un cinturón sería la de tu cintura más 2 cm. Lo habitual es que las tallas oscilen entre 85 y 115 cm y seleccionar la correcta no es difícil si no tienes la cinta métrica a mano.
Aunque no te hayas fijado, los cinturones cuentan normalmente con un número impar de agujeros, que, además, suelen ser 5. Esto ocurre porque la idea es que te abroches el cinturón en el agujero de en medio, así que, cuando escojas cinturón, esa es la mejor medida.
En cuanto al grosor, los más estrechos suelen utilizarse con trajes y pantalones de vestir, mientras en chinos o vaqueros se suelen encontrar más anchos. En este caso, la mejor guía serán las hebillas del pantalón con el que vayamos a ponérnoslo. Puedes indagar más en nuestro post de consejos para saber tu talla de cinturón.
Material: la segunda piel
El cuero es el material estrella para los cinturones, pero hay otras opciones que, si bien son más casual también puede ser un toque de elegancia y distinción en tu look como la lona o la antelina.
Más allá del material en sí, últimamente cada vez encontramos más opciones con el diseño. El trenzado ha ganado muchos adeptos y ya es casi otro clásico, al que en los últimos tiempos se han sumado múltiples opciones de labrado tan originales como apetecibles.
La hebilla: el broche final
Aunque es cierto que la época en la que las grandes hebillas ya pasó, todavía hay modelos elegantes y formales en las que este detalle suele aportar elegancia a nuestro conjunto. En este sentido, en contextos formales, podemos elegir siguiendo la normal clásica que dice que el cinturón haga juego con el reloj, pero no es absolutamente necesario.
Hoy en día, las hebillas sencillas son las más habituales y, además, son las más fáciles de combinar y las que quedarán perfectas con cualquier estilo.
Desabróchate el cinturón
El cinturón ha tenido siempre fama de incómodo, pero, como hemos visto, son muchas las ventajas tanto en comfort como estilo. Además, no hay nada más placentero que desabrocharse el cinturón después de una suculenta sobremesa. ¿Te vas a resistir a ese pequeño momento de placer?