Siempre que llegan estas fechas me debato entre, seguir la corriente y llamar a estos días Halloween o hacer como toda la vida y llamarlo Día de Todos los Santos. No hace falta admitir que Halloween es divertido y está de moda. Lo sabemos todos. Los niños y no tan niños se disfrazan y lo pasan muy bien. ¿Pero sabemos de dónde viene esta fiesta?.
Halloween tiene su origen en una festividad de origen celta que después fue cristianizada. Llegó a Estados Unidos en el siglo XIX desde la Europa celta, sobre todo de emigrantes irlandeses.
Hoy en día, ha llegado a nosotros por el enorme y arroyador despliegue comercial y publicitario, sobre todo del cine.
Pero Halloween no es la única fiesta en torno al Día de Todos los Santos y al de difuntos.
Siempre me ha llamado mucho la atención la manera que tienen en México de celebrar estas fiestas. Se mezclan sentimientos contrastados, el dolor de perder a un ser querido se une al colorido de la diversión y la fiesta. La gente trabaja durante horas para construir altares a sus seres queridos que parecen auténticas obras de arte llenas de colorido, en la que se colocan entre otras cosas, los objetos personales preferidos de los difuntos, así como su comida favorita. Y así se pasan la noche y el día velando y venerando a los muertos.
Espero que os haya gustado este repaso por las festividades que rodean al Día de todos los santos y al de difuntos.
Pero no penséis que la nuestra es menos por no ser tan alegre, al fin y al cabo…ellos no tienen buñuelos ni huesos de santos. ¡Qué aproveche!
El Armario de NdA