El bañador es la prenda estrella del verano. Cuando lo sacamos por primera vez del armario cada año nos invade, además, cierta alegría porque, de alguna manera está asociado al relax, al descanso y al disfrute. De alguna manera, el bañador es casi sinónimo de vacaciones y, aunque lo vayamos a utilizar para ir a la piscina de nuestra urbanización o de un amigo, sabemos que vamos a vivir un momento agradable.
Ahora bien, también es cierto que es la prenda que más expone nuestro cuerpo. A menudo, es en el momento de ponernos el bañador cuando nos arrepentimos de aquellos días en los que cambiamos el gimnasio por las tapas del bar.
Si estás a punto de irte de vacaciones y todavía te falta hacer las últimas compras, estamos seguros de que este artículo te va interesar.
Pon tu bañador a prueba
A menudo nos da pereza probarnos el bañador cuando vamos de tiendas, porque ello supone desnudarnos casi completamente y es frecuente que caigamos en la tentación de comprarlo sin habérnoslo probado. Por otro lado, el hecho de llevar ropa interior poco ajustada también impide que podamos valorar exactamente cómo nos sienta a la hora de probárnoslo, así que, si vas a comprarte un bañador, intenta llevar un slip ajustado para poder valorar si resalta tu figura.
La alternativa es comprar un bañador en una tienda online, una posibilidad cómoda que te permitirá tomarte tu tiempo para ver qué tal te sienta en tu propia casa.
En este sentido, aunque es una prenda sencilla, está bien tomarse un tiempo frente al espejo y mirar tanto por delante como por detrás. Solemos olvidar con frecuencia la parte trasera y muchas veces es precisamente la parte donde más partido podemos sacarnos.
La comodidad es lo primero
Conviene que sea lo suficientemente ancho para estar cómodo. Es una prenda totalmente asociada al ocio y al disfrute y, la idea, es que nos acompañe para pasar un buen rato y que no nos oprima ni se ajuste demasiado.
Tendemos a buscar que el elástico de la cintura nos quede holgado y acabamos recurriendo a los cordones, pero esto supone más incomodidad después. Cuando nos probamos un bañador estamos de pie y, generalmente, no reparamos en que pasaremos mucho tiempo sentados o tumbados con esta prenda. En este sentido, hay que pensar que el bañador debe colocarse por debajo del ombligo y, aunque tenga cordones y los ates, no conviene que depender de ellos para la sujeción porque te resultará bastante incómodo.
¿Qué largo escoger?
El largo del bañador será aquel con el que mejor nos sintamos. Verdaderamente, los slips que suelen utilizar los nadadores y que desde hace unos años han vuelto a invadir piscinas y playas, son una apuesta arriesgada que requiere no sólo falta de pudor, sino haber puesto cierta dedicación al culto al cuerpo y haber reparado en detalles como la depilación, por ejemplo.
Hace ya tiempo que lo que hemos dejado de ver son aquellos bañadores que tienen un largo hasta la rodilla y que ahora sólo encontramos ya en ambientes surfers. Sin embargo, de alguna manera tendemos a pensar que, al ser los que más nos cubren, son los que más disimulan las partes de nuestro cuerpo de las que menos orgullosos nos sentimos. En este sentido, en el Blog del Bigotero creemos que merece la pena apostar por resaltar nuestras virtudes y que los bañadores excesivamente largos no suelen ser los más favorecedores.
La elección más frecuente y, a menudo, la ideal es que llegue a media pierna. Este largo permite no solo la movilidad y el comfort, sino que, en función del color elegido, puedes salir de la piscina o la playa con ellos y llevarlos durante algunos momentos de total relax fuera de los entornos acuáticos.
Colores y estampados
Como decimos, optar por un color discreto nos aportará, no solo versatilidad de la prenda, sino cierto toque de elegancia. El color azul en cualquiera de sus tonos es un clásico que no pasa de moda y que, además, es fácil de combinar con polos y camisetas, por lo que puede dar la sensación de que es una bermuda y nos permitirá hacer pequeñas gestiones y pasar desapercibidos. El color granate también cumple con esa función.
Los estampados suelen ser una apuesta más fresca que van variando en función de la temporada y nos darán esa sensación tan placentera de renovarnos cada verano. Este 2018, como ocurre con los polos por ejemplo, los microestampados son una tendencia clara que, además de discreta se adapta perfectamente a cualquier estilo.
Está claro que durante estas vacaciones necesitarás más de un traje de baño, así que creemos que no es muy necesario elegir y que lo ideal sería echar en la maleta, al menos, uno de un color liso y otro más estampado.
Como siempre, aunque la ropa y el estilo son importantes y no es necesario olvidarse de ello en la playa. El bañador ideal será el que te permita sentirte cómodo sin perder tu estilo y que te permita disfrutar de tus merecidas vacaciones.