Me juego un dedo (y no lo pierdo) a que ya tienes fecha para alguna cena de Navidad. Quizá sea la del equipo de fútbol, la del trabajo o la de los viejos amigos del instituto. Probablemente algunas sean más formales que otras y es precisamente en estas donde debes cuidar con sumo detalle tu comportamiento y tus modales en la mesa. Dale una oportunidad a las buenas costumbres.
Las cenas más formales requieren de un comportamiento más cuidado. Probablemente es aquí donde te rodearas de compañeros de trabajo (y jefes) o personas a las que te interese dar una buena impresión. Si eres el acompañante de tu pareja esta será una gran oportunidad de demostrar al resto de comensales que el gusto de tu chica (o chico) es incuestionable a la hora de elegir al mejor. Sigue estos sencillos consejos y muestra como un verdadero Hombre Núñez de Arenas.
Antes de sentarte a la mesa te pedimos paciencia. Es probable que te estés muriendo de hambre pero ya no eres ese niño que espera con ansia hincarle el diente a su hamburguesa. Muéstrate tranquilo, relajado y permite que las personas de mayor edad se sienten primero. Recuerda siempre facilitar la labor al camarero a la hora de servir y recoger los platos sucios. Ten en cuenta que estos deberían servir por la derecha así que simplemente inclinándote ligeramente a tu izquierda será suficiente para facilitarles la tarea.
Las cenas suelen comenzar por entrantes a compartir. A la hora de servirte estos utiliza siempre los cubiertos destinados a tal fin (nunca los propios). Si consideras que la ensalada necesita un buen aliño, hazlo siempre en tu propio plato y respeta el gusto de los demás. Este tipo de platos son para compartir y debes respetarlo. Procura comer la cantidad que te corresponde y no arrases con las croquetas o los panecillos. Si alguien come más rápido que tu y lo hace, el que se está comportando mal es él.
La postura en la mesa es importante ya que no nos encontramos solos. Procura no apoyar los codos sobre esta ni invadir el espacio de los demás al partir o trocear tu comida (a Redondo le funcionaba muy bien esta técnica pero recuerda que no estamos rematando un córner).
Cuando se sirvan los platos principales es imprescindible dejar a los camareros servir en el orden que ellos crean oportuno. También básico es esperar a comer hasta que todos tengan su comida servida. Estos pequeños detalles son básicos para demostrar educación y respeto. También está muy bien considerado servir a los demás agua o vino siempre que nos decidamos a rellenar nuestra copa. Con hacerlo a los que tenemos a nuestro alrededor es necesario (no hace falta que nos convirtamos en un camarero más).
Llegados al postre quizá no tengas demasiado espacio en el estomago. Si te has planteado compartirlo recuerda que el movimiento de platos o de cucharas atacando pedazos de tarta no es muy correcto. Tu postre es tu postre. Ya tendrás mil oportunidades de compartirlo cuando cenes tranquilamente con tu pareja (quieras o no, ella nunca querrá postre pero siempre acabara comiendo la mitad del tuyo). Si te apetece invitar, hazlo discretamente y coméntaselo al camarero en la barra o en alguna visita al baño. Discutir por imponer tu tarjeta frente a las de los demás ya no se lleva, créeme.
Bien, ya estas oficialmente preparado para poner la nota de educación en todas las cenas que tendrás próximamente. Recuerda saltarte alguna de estas en la cena del equipo de fútbol. Mejor dicho, en esa cena sáltate todas!