Hemos atravesado unos años en los que elegancia y estilo sobrevolaban todo lo que a moda se refería. Casi como una dictadura se imponía el estilo más clásico y formal, tradicionalmente más propio de otras décadas que de nuestros tiempos. Pero como bien sabemos, la moda es cíclica y todo vuelve. Y cuando algo baja es porque algo sube y en este caso el trono lo ocupa ahora una vertiente mucho más deportiva. Y cuando digo deportiva no digo sport, sino deportiva en el más estricto sentido de la palabra.
En moda, las generaciones más jóvenes tienen una influencia brutal en lo que a marcar tendencia se refiere. Ya sea por comodidad, por estilo de vida o por los vídeos de Justin Bieber, lo cierto es que los más jóvenes son abanderados del activewear. Las nuevas generaciones se reivindican así frente a lo clásico. Reclaman su espacio. Las calles y las tiendas se llenan de tendencias y tejidos que parecen sacados de un ‘box de crossfit’. Los hipsters han sido expulsados de su territorio por jóvenes que parece que siempre van o vienen del gimnasio. La barba más profunda ha dejado paso al afeitado más apurado (como rezan los anuncios de maquinillas) y hasta el mismísimo Ali G se retuerce de gusto al contemplar este nuevo panorama (larga vida al chándal).
Y como siempre sucede, cuando algún movimiento llega a un punto de relevancia es el momento de su bautismo. Toda esta vorágine deportiva, esta vuelta a la estética pop de los 90 o ese paseo por las aceras del Brooklyn ha recibido el nombre de Nu-Lad. Acostúmbrate porque en el futuro lo oirás bastante.
Impulsada por los mas jóvenes y adoptada ya por la horquilla que va de los 30 a los 40 (generación que ya vivió este movimiento cuando aun eran muy niños). Este nuevo concepto engloba desde el chándal con bajos de puño hasta las bomber en nailon. Su color abanderado es el negro (combinado frecuentemente con el blanco) y su tejido favorito es la felpa. A partir de ahí las posibilidades son infinitas. Marcas de “fast fashion” apuestan claramente desde hace un par de temporadas por esta tendencia. Por supuesto en los pies ya no es suficiente con unas simples deportivas. La frontera entre el running y el calzado casual está totalmente borrosa, siendo habitual el uso de calzado técnico para dar un tranquilo paseo por Lavapiés. Lo que habría conseguido Fermín Cacho con unas zapatillas con la mitad de tecnología que estas!
El tiempo nos dirá si esta moda es pasajera o ha venido para quedarse unos años en nuestras ciudades. Vinculada claramente a la corriente “deporte-vida-sana” puede el declive de esta provocar la caída de la otra. Causa y consecuencia. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Fue primero la fiebre por el deporte y después el “boom” de la moda deportiva o fue al contrario? Por el momento el Nu-Lad es referencia y debemos hacerle un hueco en nuestro armario para esos días más relajados lejos de la oficina.