Llega la hora de ir sacando la ropa de invierno del armario para tenerla a mano. Si no hemos tenido cuidado de guardarla el año pasado impecable y en fundas lo más probable es que nos encontremos con el abrigo lleno de polvo y suciedad. En estos tiempos de crisis tan difíciles que todos vivimos, llevar al tinte las prendas aveces resulta tan costoso que nos lo pensamos tanto que llega a acumular mucha suciedad. Es entonces, cuando se hace necesario y muy útil, rescatar de la sabiduría de nuestras abuelas todo lo que ellas aprendieron, para poder economizar, pues acudir a profesionales era un lujo reservado a muy pocos. Hoy queremos compartir con vosotros la forma en la que antaño se limpiaban las prendas de lana y enseñaros como limpiar un abrigo en casa.
En primer lugar, cepillamos bien el abrigo o americana, quitando bien todo el polvo que pueda tener. Cogeremos un bol con agua caliente y le pondremos un chorro generoso de amoniaco, a continuación con un cepillo pequeño vamos cepillando las zonas más sucias, como pueden ser el cuello y los puños, también lo haremos donde exista alguna mancha. Una vez cepilladas estas zonas, cogemos una bayeta limpia que absorba bien, como puede ser la de algodón o hilo y la introducimos en el agua con amoniaco, teniendo cuidado de sacarla muy bien escurrida. Iremos pasando el paño por todo el abrigo que previamente habremos estirado en una mesa, para mas comodidad.
No os preocupe el olor del amoniaco porque se evapora una vez seco. Cuando halláis acabado con todo el abrigo colgarlo en vuestra terraza o sitio donde le pueda dar bien el aire. Veréis que os quedará impecable, el amoniaco ademas de ser un producto muy económico, desinfectara y limpiará como ningún otro vuestra prenda. Es una fórmula muy eficaz para tener vuestro abrigo, americana incluso pantalón, limpio sin tener que llevarlo a la tintorería.