En los últimos años las tendencias de vello facial masculino han dado un giro al pasado. Si bien apostamos por unas cejas más controladas, la tendencia ha llevado a más de un hombre a lucir una frondosa y bonita barba. El problema es que muchos nos han dicho una y otra vez que llevar barba está de moda, pero ninguno nos ha enseñado a hacerlo. Se acabaron los problemas, para eso estoy yo aquí.
Si me he lanzado a escribir sobre este tema es porque últimamente veo por la calle completos desastres en lo que a afeitado se refiere. La imitación hace mucho daño en este sentido y muchas veces damos por valido lo que vemos en otros como nosotros. De esta forma sólo se consigue extender y normalizar el error. Independientemente de cómo nos guste, la barba debe ir en sintonía con la forma de nuestro cuello. Veamos uno a uno cada caso.
Si eres de esos afortunados que parece esculpido por un cincel, ya sabes que no vas a tener problemas. Si tus proporciones son buenas, probablemente tu cuello tenga un tamaño normal y tu mandíbula esté perfectamente marcada. Bien, en este caso debes afeitar tu cuello hasta la altura de la nuez y lo que sobresalga más allá de la mandíbula en la zona inferior de las orejas. El objetivo es remarcar la mandíbula tanto en los laterales como en la parte inferior de esta. Sí, la parte que va desde nuestra barbilla hasta la nuez también es mandíbula.
Si quieres apostar por algo menos arreglado, prueba a rasurar tu cuello en una longitud a medio camino entre el afeitado total y la barba de tu cara. De esta manera conseguirás un estilo más desaliñado pero donde se aprecia una intención y unos cuidados.
En caso de que tu pelo se haya tornado ya de color blanco, deberás de tener cuidado de no echarte años encima. Para ello, debes de llevar tu barba lo más arreglada posible, intentando que esta desaparezca de tu cuello y se ciña únicamente a tu cara. De esta forma restarás algunos años a tu aspecto.
En el caso opuesto a los cuellos perfectos, se encuentran aquellos más robustos o con papada. En estos casos es difícil marcar la línea de la mandíbula y el cuello normalmente queda oculto o desdibujado. Muchos cometen el error de querer dibujar con su barba la forma que tendría su mandíbula, sin darse cuenta de que lo único que consiguen es destacar todavía más aquello que quizá prefieran disimular.
En estos casos no hay término medio: o te dejas barba completa de cara y cuello o mejor te afeitas totalmente. Una barba completa, bien cuidada, conseguirá disimular la zona de la papada o la anchura excesiva del cuello.
En líneas generales, intenta que los perfiles sean lo más suaves y naturales posibles. Créeme, no queda muy bien que tu barba parezca la del muñeco Ken, dando la sensación de que podría estar dibujada con rotulador. Escapa de ese tipo de modas más propias de un videoclip o un futbolista poco acertado.
Como ves, las reglas son muy sencillas y al aplicarlas el resultado es muy interesante. Si todavía te quedan dudas, mi consejo es que acudas a una barbería profesional y te dejes asesorar por un especialista.
Muy buen artículo para los que nos gustan las barbas, aunque personalmente creo que depende mucho de las personas y la actitud cuando la lleven.
Una persona elegante tiende a llevar ropa con la que la barba le queda mejor y el hecho de llevarla bien perfilada indica que es una persona afable.
Un Saludo