Todavía recuerdo los bocadillos que me preparaba mi madre cuando era pequeño. Unos días tocaba de crema de cacao y otros de jamón york. No había mucha más variedad. Eran otros tiempos y la situación exigía apretarse el cinturón más de lo que apetecía. No cabía cuestionarse si estos bocadillos eran más o menos saludables. Cuando pasas la mayoría del tiempo jugando en la calle tu cuerpo se convierte en una máquina de quemar calorías casi perfecta.
En nuestros días la cosa ha cambiado, y la percepción que tenemos del bocadillo no es del todo buena. Ya no somos niños y nuestro ritmo de vida sedentario nos obliga a cuidar nuestra alimentación. El bocadillo, a estas alturas de la vida, se antoja como un basto pedazo de pan calórico relleno de embutidos poco saludables. Sí, puede que en la barra del bar las opciones de bocadillos se limiten a esto y poco más pero, en tu casa, tienes la libertad y posibilidad de preparar un tipo de bocadillo mucho más saludable.
La base del bocadillo es el pan y los expertos recomiendan el consumo diario de fibra. Pues bien, haz que la base de tu bocadillo sea el pan integral. Este tipo de pan es totalmente libre de grasas y con un gran poder saciante. Te dará la energía necesaria y te ayudará a picar menos entre horas. Todo un acierto.
Ahora vamos con la otra mitad del asunto: el relleno. De este dependerá que tu bocadillo pueda considerarse como ‘saludable’, aportando todos los nutrientes de una comida completa a la vez que mantiene calorías y grasas a raya.
Una buena base para este relleno puede ser la carne o el pescado. Si te decantas por la primera, intenta elegir productos magros como el pollo, el pavo o incluso el jamón york. Si eres más de pescado, procura elegirlo al natural y evita así ese extra de grasa que nos aporta el aceite.
Para completarlo, procura incluir siempre alguna verdura u hortaliza. De esta forma conseguirás un aporte extra de vitaminas. El aguacate, a pesar de su alto contenido graso, conseguirá aportar mucho sabor y una cantidad muy alta de nutrientes. Si no quieres dejar de lado las legumbres, prueba a esparcir una ligera capa de humus sobre el pan. Éxito asegurado debido a su sabor y a su cantidad de nutrientes.
Si quieres evitar el uso excesivo de sal, te recomiendo que apuestes por especias que consigan potenciar el sabor de tu bocadillo. Las salsas consiguen rápidamente ese objetivo, pero el precio calórico que hay que pagar es muy alto. Si quieres darle jugosidad y sabor decántate por el aceite de oliva virgen.
Ya tenemos las claves de un bocadillo muy saludable. Unicamente necesitas completar la comida con algo de fruta para tener un menú muy completo y nutritivo. Independientemente de los ingredientes, procura conservarlo en frío y no dilatar mucho el momento de hincarle el diente desde que lo preparaste. Cuanto antes lo hagas mejor sabrá.
Fáciles de preparar, de comer, de transportar y ademas sanos y nutritivos. En unas pocas lineas le hemos dado la vuelta al bocadillo de toda la vida convirtiéndolo en un menú casi perfecto.