El verano se resiste a llegar y la primavera (la nuestra) se ha transformado en algo que los ingleses conocen muy bien: lluvia, lluvia y más lluvia. Sin embargo, por fortuna, parece que al fin se acabó. Las lluvias de las últimas semanas por fin han dejado paso ese sol que todos los españoles amamos tanto como necesitamos. Las temperaturas comenzaran a subir y los días se alargaran un poquito más a medida que se acerca el verano. No se me ocurre un mejor momento para ponernos un poquito en forma, y mucho mejor si lo hacemos al aire libre.
Este tipo de entrenamiento es una de las ultimas tendencias y aporta alguna que otra ventaja con respecto al entrenamiento tradicional (entre cuatro paredes). El gimnasio es perfecto en días donde las temperaturas son extremas o cuando buscamos unos objetivos muy concretos y de alto nivel. Pero la mayoría de nosotros únicamente necesitamos mantenernos en forma a la vez que despejamos nuestra mente y descargamos todo el estrés acumulado.
No importa donde vivas, cual sea tu nivel o tu presupuesto. Entrenar al aire libre es perfecto para cualquier persona. Si vives en una ciudad, esta te ofrece un montón de mobiliario urbano donde practicar tus ejercicios. Si estás más cerca del campo o la montaña estas de suerte, ya que podrás disfrutar de entornos naturales perfectos para practicar deporte. El presupuesto inicial es prácticamente nulo, ya que no necesitamos de ningún material adicional. Tu estado de forma tampoco es un impedimento, ya que aquí los limites los pones tú.
Ya conoces algunas ventajas pero quizá una de las más importantes sea la gran cantidad de estrés que podemos liberar con este tipo de entrenamiento. Entrenar en espacios abiertos, especialmente en entornos naturales, hace que nuestra mente se despeje mucho más que si lo hiciésemos entre cuatro paredes. Imagínate pedaleando por un tranquilo camino después de una intensa y dura jornada laboral. A esto me refiero con ‘liberar tu mente’.
Otro factor a tener en cuenta es la pérdida extra de calorías. Si nuestro objetivo es bajar peso de cara al verano, el entrenamiento al aire libre es muy recomendable ya que puede suponer un aumento de las calorías consumidas. Esto se debe a la necesidad que tiene nuestro cuerpo de adaptarse al cambiante entorno climático y a factores naturales como el viento o la lluvia.
A priori parece un poco complicado encontrar un lugar donde poder practicar los ejercicios. Para correr o montar en bicicleta no tendremos problemas, pero cuando se trata de ejercicios de musculación la cosa no parece tan fácil. Como decía, nuestro entorno nos ofrece todo lo que necesitamos y no hay mejor accesorio que nuestro propio peso corporal. Tan sólo necesitamos un poco de imaginación.
Además de correr o montar en bicicleta, también podemos realizar entrenamientos de alta intensidad (HIIT) en rampas o escaleras. Podemos fortalecer nuestras piernas haciendo sentadillas o zancadas. Un banco nos puede servir para entrenar la parte superior de nuestro cuerpo haciendo flexiones de brazos o fondos. Para las abdominales, nada mejor que un buen césped. Las opciones son casi infinitas y muchos blogs específicos o Youtube están llenos de tutoriales y ejercicios.
¿Te atreves a probarlo?