Si eres un fijo de este blog sabrás que soy un gran entusiasta de la vida sana y el deporte. Os he hablado ya de entrenamientos para realizar en la playa, deportes de invierno e incluso métodos de urgencia para bajar esa barriguita y llegar a tiempo a la Operación Bermuda. Opciones muy validas todas pero quizá demasiado ‘movidas’ para gente de edad avanzada o haters del deporte en general. Para ellos traigo hoy una disciplina tan vieja como novedosa que en nuestros tiempos resurge rebautizada como powerwalking.
Esta nueva práctica deportiva no es más que caminar pero de forma vitaminada. Desde que el hombre es hombre, este ha recorrido grandes distancias con la única ayuda de sus pies. La vida moderna, aquella que nos hace ir en coche al gimnasio, nos ha apartado poco a poco de esta sana costumbre. Si a ello le sumamos el sedentarismo de nuestra sociedad entendemos porque algo tan antiguo como caminar vuelve renovado a nuestros días.
Caminar es una de las formas más fáciles y efectivas de cuidar nuestra salud y mantener los kilos a raya. Si eres de los que piensa que correr es de cobardes o no se ve en el ambiente del gimnasio estás de suerte. El powerwalking puede cubrir todas las necesidades de actividad física que necesitas. No te prometo un cuerpo como el de Cristiano Ronaldo pero si te garantizo una ‘percha’ óptima si lo practicas de forma regular.
Y ahí precisamente es donde está el secreto del powerwalking, en su práctica habitual. Al no ser una actividad física muy exigente se recomienda dedicarle entre 45 y 60 minutos diarios para conseguir resultados. Podemos asimilarla como una tarea más del día a día. Una excusa perfecta para salir a la calle y hacer algunos recados o simplemente caminar para ir al trabajo. Cualquier excusa es buena mientras muevas las piernas con energía.
Y es en esta energía extra donde está la diferencia con el típico paseo de manos por detrás de la espalda. El powerwalking se mueve a medio camino entre correr y andar, y por eso exige algo más de nosotros. No importa el recorrido elegido. Lo importante es mantener un ritmo constante y alto, sin llegar a correr pero sin parar de caminar. Durante todo el recorrido conviene mantener una postura correcta. La espalda debe estar lo más recta posible activando nuestros abdominales en todo momento para conseguirlo.
Otra de sus ventajas es que caminar es una actividad extremadamente económica. A priori no necesitamos ningún complemento ni material especial para realizarla, aunque si que es conveniente utilizar ropa y calzado deportivo. No es necesario disfrazarse de runner ni gastarte una fortuna en zapatillas técnicas. Como te decía, con unas zapatillas de deporte y ropa cómoda será más que suficiente.
Pues bien, ya conoces algo más del powerwalking. Una disciplina renovada y apta para todas las edades y condición física. Una buena alternativa a los deportes tradicionales sencilla, cómoda y económica. Una excelente forma de cuidarnos y quemar calorías. ¿Necesitas alguna razón más?